domingo, 27 de marzo de 2011

Definición número 3

Esta noticia explica que el cuerpo de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra dispondrá a partir de ahora de una nueva herramienta para disolver las manifestaciones, además de la clásica porra, los cañones de pelotas de goma, las mangueras de agua a presión y el gas lacrimógeno. Se trata de una pistola que lanza proyectiles de material y peso desconocidos. Según la noticia, se usará para "neutralizar" al manifestante violento, por lo que podemos entender que duele lo suficente como para tirar el adoquín y echarse al suelo a llorar. O tirar la pancarta, que es muy peligrosa también.


Se me ocurren varias cosas.


1. Apelando al bolsillo. Hasta ahora, los antidisturbios ya usan pelotas de goma, agua a presión y gas lacrimógeno. Además de porras, claro. ¿Hace falta más gasto? Eso sí, ahorran en placas numéricas identificativas.


2. Apelando a la lógica. Estas herramientas-armas tienen por objetivo la disolución de una manifestación violenta. Porque cuando nos pegan lo que hacemos es caminar ordenadamente hacia las bocacalles adyacentes hacia la Casa de Gominola en la calle de la Piruleta.


3. Apelando a la seguridad. Existe una limitación de zonas corporales: piernas. Ni cabeza, ni pecho, ni abdomen. Zonas vitales y tal. ¿Qué garantía hay de que se usen correctamente? ¿En qué situaciones afecta el gas al sistema respiratorio? ¿Qué hacer si eso pasa, qué garantía hay de ganar un pleito contra la policía?


4. Apelando a la memoria, a los datos reales. Varias personas han perdido un ojo por un impacto de pelota de goma y han sufrido otras lesiones por impacto en el abdomen (a tomal pol culo el hígado) o la cabeza (si se manifestaba tampoco sería muy listo, comentó uno). Entre ellos, el jefe de la Urbana de Barcelona, en la celebración de la Champions.


5. Apelando al individualismo. ¿Cuántas veces ha recibido todo quisqui a raíz de una actuación desafortunada de uno o dos? Uno o dos que, permitidme la conspiranoia, a menudo han tirado la primera piedra y han sacado las esposas para detener al segundo. (Pista: eran secretas).


6. Por último y principal. Apelando a la DEMOCRACIA, la libertad de expresión "y todo eso". Ni las manifestaciones son violentas por definición, ni la definición habitual de violencia es la auténtica. Si la violencia genera violencia, ¿para qué tantas herramientas y facilidades? Quizá no sea la violencia eventual lo que se desea reprimir, sino el trabajo de oposición y organización que hay detrás. A esto le aplicamos la definición número 3 de la RAE.