domingo, 25 de enero de 2009

Esporas

Me quedé pensando con la conclusión de Xell "hay que reproducirse por esporas" y me he dedicado a investigar por la red de redes, donde he encontrado joyas como ésta:

"En el lenguaje común, la diferencia entre la espora y el gameto (ambos llamados gónadas) es que una espora germinará y se convertirá en un talo (tejido fino) de una cierta clase, mientras que un gameto necesita otro gameto antes de germinar. Sin embargo, los términos son algo permutables al referirse a gametos. La principal diferencia entre esporas y semillas como unidades dispersas es que las esporas tienen recursos almacenados muy pequeños del alimento comparados con las semillas, y requiere así condiciones más favorables para germinar con éxito."
Es más difícil ser autosuficiente.

viernes, 23 de enero de 2009

Cosas de crustáceos

Siglos de vida en pareja pesan sobre nuestros hombros. Publicidad, películas, canciones... Todo nos recuerda que para ser alguien en esta selva, para estar a gusto contigo mismo, necesitas un chorbo o una chorba que te recuerde constantemente que eres alguien.

Ya sea en el plano emocional...


O en el plano sexual...
"Tamar hi passa la llengua un cop més i, molt lentament, aixeca els ulls fins trobar-se amb els d'Onan.
- M'agrada molt, la teva cigala."
QUIM MONZÓ - El perquè de tot plegat, Relat 14: Gelosia
Moraleja: come marisco, serás feliz. No contradigas los cánones sociales, no intentes ser un individuo, es un percal. Ilusiónate con miembros del sexo opuesto, mitifica el sexo, cuida tu imagen, preocúpate por ser sensual. Tienes que conquistar al macho/hembra alfa (cualquier otro caso de llevar gafas, ortodoncia, u otros signos de subdesarrollo físico u hormonal) para repartir tu semilla/ser inseminada, y que tu prole sea el orgullo de la especie. No pierdas el tiempo haciendo cosas inútiles, no estudies, ni leas, ni nada. Sólo piensa en esa chica de grandes peras o aquel chico de viril aspecto.

domingo, 4 de enero de 2009

Disimulando...

Qué estúpido te sientes cuando estás tenso y tienes que simular normalidad. Temiendo que se te escape algo que no tienes que decir. Al borde de la risa histérica todo el rato. Esto es malo para la salud, ha habido gente con ataques al corazón por querer disimular.

Eso cuando se trata de un tema "banal" (si es que un tema que nos afecta hasta el punto de disimular nos puede parecer poco importante). Disimulando en ámbitos "serios" u "oficiales", la cosa es menos divertida. Pero más emocionante...

Disimulad, niños, disimulad.

viernes, 2 de enero de 2009

Discrección

Se trata de hacerte de rogar, no dar la información de buenas a primeras. Eso le da un toque más confidencial, secreto. Y es un vínculo especial, a veces cordial, a veces perjudicial, el que se extiende entre ti y el confesor. Evita que se corra la voz sobre tu vida personal. Perfecto para histéricos, que oyen un susurro y ya se sienten espiados.

Sin embargo, pensar algo de alguien implica, necesariamente, a ese otro sujeto, ya sea positiva o negativamente. Si no existe necesidad de convivencia con él, estupendo. Pero si has de compartir parte de tu tiempo, quizá fuera más sano que supiera qué piensas de él.

Y lo digo, sin ánimo de dar lecciones, desde la comodidad de mi sillón. Para elaborar un plan de acción de esto que planteo, hace falta primero tener muy claro lo que se ha de decir. Que en la cabeza todo parece muy claro pero luego las ideas se escapan como arena al viento al intentar cristalizarlas en palabras.

jueves, 1 de enero de 2009

Lo que esperamos de la gente

Cuando confiamos en una persona y no nos da lo que esperábamos, antes de emitir condena por alta traición sería bueno plantearse hasta qué punto esa mutua colaboración estaba apalabrada o eras tú el que la habías sobreentendido (en un ejercicio de sinceridad interna y profunda, hacedlo bajo la supervisión de un adulto).

En cualquier caso pienso que lo mejor es ser lo más autosuficiente posible. Hace unos días hablaba de compañerismo, cosa que no encuentro incompatible con la independencia vital. Hay que dejar claro desde el principio los puntos del convenio de colaboración.

Malentendidos habrá siempre. Cosas que no pueden decirse más que entre susurros, o que ni si quiera se dicen más que con un gesto. Entonces nos toca aguantarnos y planear la próxima sonrisa. ¿Qué prisa hay?