lunes, 2 de febrero de 2009

Las consecuencias del patuco

La necesidad crea el órgano... ¿o el órgano genera la necesidad? Seguimos con las esporas: caso de estar arentes de aparato reproductor, ¿sentiríamos ese impulso, léase instinto, de emparejarnos? Sabido es que tiene más apetencia sexual quién más sexo practica, y que los niños no experimentan atracción por el sexo opuesto, hasta la pubertad, esto es, el primer desarrollo del sistema reproductivo

Es curioso lo normal que nos parece la asignación, o asociación, de los roles sociales con el sexo de las peronas, algo que en principio es sólo biológico y, además, arbitrario. Lo único que diferencia a hombres y mujeres en la tabula rasa directamente posterior al nacimiento, son los órganos internos y externos dedicados a la reproducción de la especie. Eso, y los patucos azules o rosas que coloca la comadrona o comadrono. Y ese patuco, más adelante un balón o una muñeca, una revista de motos o moda, extrapola la función social de aquel testículo o aquel ovario que empezó siendo sólo una parte más de aquel pequeño organismo neonato y descalzo. Ni si quiera un órgano vital, sólo una parte más.

1 comentario:

Enhea dijo...

A la mierda las pollas. Who cares about it? Hola, buenos días, somos personas, entes, cosas vivas, whatever.
Gracias.
Qué manía más tonta esta de hacer teorías y teoremas sobre todo lo existente.
p.d.: siempre que leo una entrada reticulada acabo aprendiendo algo. Hoy ya sé quién es Sor Fernanda Fernández.