La retícula es una herramienta del diseño gráfico que pone orden donde hay caos. Marca la estructura interna de los textos impresos. Es una referencia, "firme pero flexible", para la tarea de disposición de los elementos en la página. Se basa en la repetibilidad, colocando juntos los elementos parecidos.
Pasamos gran parte de nuestra vida intentando poner orden. En los apuntes, en la estantería, en casa, en nuestra cabeza. Nos han enseñado que para almacenar hay que crear categorías con las que etiquetar cada elemento.
Es una mecánica útil, pero susceptible de condenarnos a la mediocridad. Tópicos y estereotipos no son más que unas etiquetas que han perdido su sentido de tan usadas. Y de tan usadas todo el mundo las conoce. Y tan extendidas, pues, que muchos se dejan llevar por la economía de esfuerzos, contentándose con almacenar su conocimiento en unas pocas categorías elementales.
El objetivo es dividir nuestras categorías en subgrupos, conocer nuevas etiquetas, incluso las ajenas, y rellenar cada cajón con grandes cantidades de contenidos. Y, por fin, romper las categorías, que de tan llenas pierden todo sentido. Al igual que el agua que se cuela en los recovecos pequeños de la roca y, al llegar la noche y el frío, se congela, aumenta de tamaño, y revienta la piedra desde dentro.
Este blog va de retículas, de normas, de etiquetas y categorías. De conocerlas, comprenderlas y hacerlas estallar de tan absurdas.
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