jueves, 20 de noviembre de 2008

Homo aspirinus

Nos hemos acostumbrado a no sentir dolor. Un analgésico, un tranquilizante, un antidepresivo, y estamos frescos como una lechuga. Soy de la opinión que eso no es bueno. Al estar desacostumbrados al dolor, nos afecta mucho más cuando lo sentimos. Y lo que es peor: también nos afecta cuando no lo sentimos. El miedo al dolor nos lleva a conductas conservadoras, individualistas. Terror a sentir el dolor de la pérdida. La pérdida de la autonomía que el mismo dolor te quita, cuando te impide pensar con claridad. Es decir, sentimos miedo al dolor de la pérdida causada por un dolor anterior. ¿Y no es completamente absurdo actuar aconsejados por el miedo al dolor del dolor? ¿No perdemos esa autonomía tan preciada cuando es el miedo quién nos marca los límites?

No hay comentarios: