El chantaje como estrategia en el hogar es más peligroso de lo que parece. "Mi padre no aprueba esto" es una excusa absurda a simple vista, en un contexto objetivo. Sin embargo, al comprobarlo en el salón de la propia casa, con la tele y la sartén de fondo, se le rompen a uno todas las estructuras. Estructuras que, siendo a veces castillos en el aire, se muestran ahora más endebles y peligrosas que nunca. Porque, mal que nos pese, nos sigue importando lo que nos recomiende para nuestra salud, aun siendo falacias repugnantes y chantajes miedicas.
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