Hay personas con la habilidad de aprender enseguida de las experencias, de sacar moralejas a la mínima actividad. Esto no debe confundirse con la capacidad de "aprehender", de interiorizar los conocimientos y utilizarlos en la vida diaria. Esto es consecuencia de la manía de explicarnos las cosas que nos están ocurriendo, y hacerlo siempre a priori. Quizá sería mejor vivir profundamente estas experiencias y extraer, si toca, las conclusiones más adelante. Sin prisas por aprender.
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