"El que algo quiere, algo le cuesta", se suele comentar. 3€ la birra en un bar, estudiar para sacar una asignatura... Pero a veces hemos de sacrificar algo que no a priori no teníamos en cuenta. Culpa nuestra, opino, por no "imaginar" la letra pequeña de los contratos no escritos.
¿Qué pasa cuándo es necesario el sacrificio de todos para conseguir algo? Entendiendo que la pequeña cesión de todos y cada uno se puede entender más como una realidad que como una pérdida, muchos siguen sin querer poner nada de su parte. Y arrastran a otros. ¿Cómo convencer a unas personas que no han compartido nunca?
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